BIBLIOTERAPIA
El primer libro de autoayuda fue la Biblia, dijo el psicólogo Forrest Scogin en un análisis realizado para conocer la utilidad real de este tipo de obras tan demandadas en los últimos años.
Porque los libros de autoayuda en Estados Unidos representan algunos de los más vendidos en el mercado de ese país, y no solamente ahí, hemos escuchado el mismo dato de muchos editores de nuestro país.
De modo que si los mexicanos leen en promedio medio libro al año, es muy probable que sea de autoayuda..
De acuerdo al Dr. John Norcross, el uso de libros para buscar alivio y encontrar soluciones a problemas es la forma de psicoterapia mas antigua.
¿Ayuda la lectura verdaderamente para mejorar o solucionar problemas?
Para algunas personas informarse de sus problemas les ayuda a separarse de ellos; poder alejarse emocionalmente les permite entenderlos de una manera mas clara, o bien desde una perspectiva diferente que facilita algún cambio de actitud que puede ser el primer paso en su solución.
Cuando los problemas son nuevos o las personas son analíticas, el saber más de sus conflictos puede ayudarles significativamente. Se sabe que las personas que tienen mayor información sobre sus problemas colaboran mejor en el proceso de resolución.
Sin embargo, para individuos más emotivos, leer del asunto que les quita el sueño puede no aportarles elementos que puedan controlar o administrar, y quizás pudiera mortificarles o angustiarlos mas aún. En estos casos, los conflictos pudieran estar mas enraizados en el pasado y perpetuados por la falta de habilidades de la gente.
En el caso de la timidez por ejemplo, el joven que la padezca puede leer una enciclopedia del tema pero si no socializa para ir ensayando el intercambio de palabras y trato con los demás, difícilmente podrá vencerla.
Y en las fobias, tampoco ayuda mucho saber que, acercándose poco a poco a lo temido puede disminuirse el miedo experimentado, y al contrario, saberlo puede aumentar la ansiedad con la sola idea de intentarlo.
Cuando alguien padece una depresión, poco le sirve leer que fueron las pérdidas o vacíos a lo largo de su vida, lo que se la han provocado; para algunas puede ser incluso, sumamente impactante darse cuenta qué tan sola está o qué poco sentido tiene su existencia. Sin embargo, llevar a la acción alguna de las prescripciones generales de un texto de autoayuda puede conducir a una dama triste a ocuparse en algún pasatiempo donde conozca amigas y amigos que le ofrezcan un nuevo estilo de vida mas rico y optimista que reduzca en la práctica su desánimo.
Libros chatarra
Pero no todos recurren a los libros para curarse, algunos, simplemente los buscan para satisfacer una curiosidad. Le sirva o no para cambiar, mucha gente se siente intrigada -sana o morbosamente- a tal grado que hurga sobre el contenido de sus problemas. Desde la duda científica a la inquietud de un chismoso, obtener información extra de un conflicto puede ser estímulo suficiente para comprar uno o mas libros.
La psicología puede estar al alcance de todos al través de la literatura, sin embargo, no todos los libros que se editan son científicos, abundan las publicaciones chatarra que prometen la curación de cualquier trastorno mental pero que, lejos de aliviarlo, pueden colaborar a empeorarlo o en el mejor caso confundir al que lo padece.
Son textos hechos por personas sin escrúpulos con el único afán de comercializar esta moda de recurrir a las letras para curarse.
Entre éstos, los que enfatizan supuestos métodos para incrementar los poderes mentales para cambiar casi cualquier problema son particularmente peligrosos cuando sugestionan a la gente y le prometen falsas curaciones.
Recuerdo a una joven que después de leer varios libros que hablaban del supuesto poder de la mente, llegó a creer que podía influir con su pensamiento en la conducta de la gente hasta una crisis psicótica donde perdió el contacto con la realidad algunos días. Si bien la lectura misma no fue la causa de su problema si, el disparador de la misma.
Es por eso delicada la biblioterapia, dado que nuestro país tiene una población con un nivel bajo de escolaridad que facilita la sugestión. No podemos dejar de mencionar la intención del pensamiento mágico del lector que le lleve a querer encontrar la fórmula milagrosa para aliviarse, a menudo explotada con los vendedores de milagros.
A menudo, la gente nos pregunta a los y las psicólogas si conocemos un libro para desenamorarse, para dejar de sufrir por su soltería o el abandono de su novio. Aunque puedo sugerir alguno, les respondo que en mi opinión: leer informa y es el hacer lo que transforma. Es importante difundirlo y no capitalizar las ingenuas creencias.
Etica editorial
¿Y cómo discriminar un libro útil y benéfico de uno que puede no serlo?
Las publicaciones basadas en la investigación o en la experiencia acumulada de los autores tienen al menos la garantía del conocimiento y la seriedad del contenido escrito. Los títulos académicos de los autores o las afiliaciones de los mismos a universidades que los avalan, son algunos de los aspectos dignos de tomarse en cuenta al elegir alguno.
Las referencias bibliográficas representan otro punto importante en la literatura de fiar. Los textos que no mencionen al final sus fuentes de documentación, pueden estar difundiendo solo mitos y falacias sobre la salud mental o el comportamiento humano.
Desafortunadamente, existen algunos autores sin conocimiento profundo del tema, han vendido millones de ejemplares con un título atractivo y suficiente publicidad.
En cuanto al contenido, los libros que hacen reflexionar o cuestionarse ayudan a diferencia de que aquellos que clasifican las personas, diagnostican u ofrecen recetas para la solución de problemas.
La ética o la ausencia de ella puede reflejarse en todos los campos del quehacer humano, por ende en el desempeño profesional que bien puede ser el caso de un escritor o una casa editorial, de modo que si no se conoce del tema, más vale preguntar a alguien que si lo haga para que recomiende lecturas de autoayuda; no vaya a ser que se llene el cerebro de basura.